El INDER, el Instituto de Deportes y Recreación de Medellín, se encuentra en el centro de una investigación que ha revelado una serie de irregularidades, incluida la malversación de fondos, prácticas de contratación cuestionables y denuncias de acoso laboral y sexual. Aquí desglosamos los aspectos más relevantes de esta investigación:
Junto a la veeduría “Todos por Medellín”, se descubrió un hallazgo de 98 millones de pesos en un contrato, lo que plantea serias dudas sobre la transparencia en los procesos de contratación. Además, se señala que hubo una falta de idoneidad en los nombramientos debido a cambios en los manuales de funciones, permitiendo así el nombramiento de personas en cargos de libre nombramiento. Esto abrió la puerta a la designación de familiares y allegados de los directivos en posiciones clave.
Adicionalmente, se han presentado denuncias de acoso laboral y sexual al interior de la institución. Sorprendentemente, las denuncias no llevaron a la acción inmediata; en cambio, las mujeres que denunciaron estas situaciones terminaron sin contrato. Esta situación es profundamente preocupante y cuestiona la integridad de la institución.
Se ha denunciado que el empresario Johny Jaramillo podría estar vinculado a estas irregularidades. Se afirma que varios de sus familiares ocuparon posiciones importantes en el INDER y que él podría haber tenido un papel en la contratación dentro de la institución. Johny Jaramillo fue candidato a la cámara en 2018 por el partido de la U, un partido con un historial de corrupción y controversias.
Un punto destacado de la investigación es el rol del subdirector Alejandro Estrada, quien aportó 75 millones a la campaña de Johny Jaramillo. Para su nombramiento, se modificaron los manuales de funciones, ya que no cumplía con los requisitos necesarios debido a su falta de experiencia en el sector deportivo, siendo un ingeniero electrónico. Esto plantea interrogantes sobre la idoneidad de los nombramientos y el impacto en el programa del INDER.
Paralelamente a estas controversias, los escenarios deportivos del INDER experimentaron un fuerte deterioro. Se informó sobre canchas en mal estado, disminución de la oferta y recorte de personal. Estos problemas son el resultado directo de la corrupción y tienen un impacto negativo en la población que utiliza estos espacios.
La investigación sobre presuntas irregularidades en el INDER plantea graves preocupaciones sobre la transparencia y la integridad en la institución encargada de promover la recreación y el deporte en Medellín. La sociedad civil y los entes de control desempeñan un papel fundamental en la lucha contra la corrupción y la defensa del patrimonio público de la ciudad.
Las denuncias de acoso laboral y sexual subrayan la importancia de garantizar un entorno laboral seguro y respetuoso para todos los empleados. La claridad y la rendición de cuentas son esenciales para preservar la calidad de los programas y servicios ofrecidos por el INDER a la comunidad de Medellín. #MedellínSeRespeta
